Si al Villar lo describía como el punto de inicio geográfico de nuestra familia, que puedo decir del cortijo Uribe, pues que fue el lugar de vida y trabajo para los Hernández~Torres durante varias décadas y, de sustento en los difíciles tiempos de la posguerra. En él hemos convivido casi todos, en temporadas más largas o más cortas. Allí trabajaron como manijeros el abuelo Mariano, el tío Juan Antonio y después el tío Juan José. La morir su dueña, María del Carmen Uribe, sus herederos se partieron la finca y algunos de ellos vendieron su parte y otros continuaron con la explotación agrícola existente, el cortijo también se dividió y en la actualidad una de sus partes es una casa rural y por lo que he visto no se parece en nada a aquel caserón enorme, con sus corrales, cuadras, patios, eras, pajares y todas las dependencias por las que hemos corrido y disfrutado tanto.
Como anécdota quiero informaros que antes de llamarse Uribe (tomó ese nombre del primer apellido de la Vizcondesa) su nombre era Fuensomera, y se debió llamarse así por la existencia de alguna fuente dentro de su término. El adjetivo "somera" proviene del latín (summarius, de summum, somo) y significa: Casi encima o muy inmediato a la superficie.
Las fotografías las he obtenido de Domingo Solís (hijo) y sin poder especificar el año en que se tomaron, deben ser aproximadamente de los años sesenta y setenta. En la primera de las imágenes se observa como todavía no se ha construido la vaquería, en la siguiente ya se puede ver en pleno funcionamiento y la tercera es un ampliación del cortijo hasta el pozo y la encina.
Las fotografías las he obtenido de Domingo Solís (hijo) y sin poder especificar el año en que se tomaron, deben ser aproximadamente de los años sesenta y setenta. En la primera de las imágenes se observa como todavía no se ha construido la vaquería, en la siguiente ya se puede ver en pleno funcionamiento y la tercera es un ampliación del cortijo hasta el pozo y la encina.
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